Ciudad Juárez, Chih.– Nueve años después de la histórica misa celebrada por el Papa Francisco en “El Punto”, el sitio revive como símbolo de fe, encuentro y memoria, tras el inicio de trabajos de rehabilitación impulsados por Grupo Perches, la Asociación Civil USMC y empresarios locales.
Apenas unas horas después de conocerse el fallecimiento del pontífice argentino —ocurrido el pasado lunes a los 88 años—, comenzaron las labores para restaurar uno de los espacios más emblemáticos del catolicismo contemporáneo en la frontera norte de México. El altar, el umbral y la estatua conmemorativa que marcaron aquel 17 de febrero de 2016 volverán a cobrar vida como homenaje a su legado.
Raymundo Alemán Cuéllar, director general de Grupo Perches, explicó que la rehabilitación de El Punto no es solo una obra material, sino un gesto espiritual que busca mantener vivo el mensaje de esperanza que dejó Francisco en su paso por Juárez. “Queremos que siga siendo un lugar de oración, donde la comunidad se reencuentre con la fe y la memoria”, expresó.
Aunque aún no se ha definido el monto total de inversión, se estima que el proyecto requerirá varios cientos de miles de pesos, debido a las condiciones actuales del sitio y la magnitud de la intervención. Gracias a un comodato vigente desde 2016, se cuenta con la base legal para actuar en el terreno, ubicado en la zona de El Chamizal.
El proyecto contempla también la celebración de una misa especial en los próximos días, como parte de las acciones conmemorativas por la vida y obra del Papa Francisco, quien durante su visita a Juárez en 2016 hizo un llamado internacional por la dignidad de los migrantes y la justicia social.
Además del llamado a la fe, la iniciativa busca convocar a la solidaridad. Grupo Perches y USMC extendieron una invitación a la ciudadanía, organizaciones religiosas, empresarios y vecinos de Ciudad Juárez y El Paso a sumarse al esfuerzo con donativos o colaboración activa. El propósito es que “El Punto” continúe como un espacio abierto al diálogo, la espiritualidad y el encuentro entre comunidades a ambos lados de la frontera.
La restauración de este lugar emblemático representa un puente entre la memoria y el presente, en un momento en que la figura de Francisco, ahora ausente físicamente, cobra nueva fuerza en la conciencia colectiva de esta región marcada por la fe y la esperanza.
