En un insólito y preocupante episodio, un padre ha sido objeto de controversia tras una broma pesada que hizo a su hijo de cinco años.
El hombre, en un intento por jugar con su pequeño, le hizo creer que le había arrancado la lengua, causando un enorme susto en el niño.
El impacto fue tan grande que el menor quedó visiblemente perturbado.
A pesar de la gravedad de la situación, algunos usuarios en redes sociales han etiquetado al hombre como el «Padre del año», generando una fuerte división de opiniones entre quienes condenan el acto como insensible y aquellos que lo toman con humor.
La situación ha desatado un debate sobre los límites de las bromas familiares y la necesidad de considerar los sentimientos y el bienestar emocional de los niños.