Fernando Platas: Una vida de dedicación y éxito en los clavados, celebró con el rector de la UTCJ Carlos Ortiz el primer día de los festejos del 25 aniversar
En el corazón de cada atleta se encuentra una historia de pasión, sacrificio y momentos inolvidables. Fernando Platas, uno de los clavadistas más emblemáticos de México, ha vivido una carrera llena de emociones intensas y recuerdos imborrables.
Con una sonrisa que refleja su espíritu tenaz y una mirada que revela la profundidad de sus experiencias, Platas nos comparte su viaje desde los inicios en Ciudad Juárez hasta su emotivo triunfo en Sidney 2000.
Recientemente, Fernando Platas estuvo en Ciudad Juárez acompañando al rector de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez Carlos Ortiz Villegas en los festejos del 25 aniversario de su creación.
En esta ocasión especial, Fernando compartió una conferencia motivacional con los alumnos del plantel, inspirándolos con su historia de perseverancia y éxito.
Con una mezcla de emoción y nostalgia, Fernando Platas recuerda el momento en que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
«Fue un instante mágico, como si el tiempo se detuviera», relata. Al oír el rugido del público y ver la puntuación en la pantalla, un torrente de emociones lo invadió.
«Sentí una felicidad inmensa, un alivio y un orgullo que no se pueden describir con palabras. Todo el esfuerzo y sacrificio finalmente habían dado fruto».
Para Fernando, el amor y apoyo de su familia han sido fundamentales en su carrera. Habla con ternura de su esposa e hijos, quienes han sido su mayor fuente de inspiración.
«Mi esposa ha estado a mi lado en cada paso, en las victorias y en las derrotas. Mis hijos me motivan a seguir adelante, a ser un mejor ejemplo para ellos», comenta con los ojos brillantes.
La familia de Platas no solo ha sido su pilar emocional, sino también una parte integral de su éxito, brindándole la fuerza necesaria para alcanzar sus metas.
Fernando también guarda con cariño los recuerdos de sus primeras competencias en Ciudad Juárez, especialmente su participación en Canamex.
«Ciudad Juárez tiene un lugar especial en mi corazón. Fue allí donde forjé parte de mi carrera, donde aprendí las lecciones más importantes del deporte y de la vida», dice con una sonrisa.
La disciplina y la concentración son dos pilares fundamentales en la vida de Fernando Platas.
«El éxito en los clavados no solo depende del talento, sino de la capacidad para mantenerse enfocado y disciplinado en cada entrenamiento y competencia», explica.
«La concentración es clave. Cada clavado es un reto, una oportunidad para demostrar lo mejor de ti mismo».
La pasión de Fernando Platas por los clavados va más allá de las medallas y los trofeos. Es una pasión que lo ha definido como persona, que ha moldeado su carácter y que continúa inspirándolo a diario.
Uno de los momentos más difíciles y memorables en la carrera de Fernando Platas fue la decisión de retirarse de la disciplina.
Las Olimpiadas de Atenas 2004, aunque no le otorgaron una medalla, marcaron un punto de inflexión en su vida.
«Atenas fue muy especial para mí, no solo porque representé a mi país una vez más, sino porque fue allí donde decidí colgar el traje de baño.
Fue una decisión difícil, pero sentí que era el momento correcto», comparte.
A pesar de no haber ganado una medalla, las experiencias y aprendizajes de Atenas se convirtieron en algunos de los momentos más valiosos de su carrera.
En su despedida, Fernando Platas dejó un mensaje motivacional para los jóvenes, enfatizando la importancia de la práctica diaria.
«Entrenen todos los días, no solo en el deporte, sino también en sus clases, en el trabajo y en cualquier actividad que realicen», aconsejó.
«La práctica diaria y la constancia son las llaves del triunfo. Nunca dejen de esforzarse por ser mejores en todo lo que hagan».
Fernando Platas no solo es un ícono del deporte mexicano, sino un ejemplo de dedicación, amor y perseverancia. Su historia es un recordatorio de que, con pasión y esfuerzo, los sueños pueden hacerse realidad.